El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno del desarrollo neurológico que afecta a personas de todas las edades y se caracteriza por patrones persistentes de falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Si bien el TDAH a menudo se considera una afección neutral en cuanto al género, las investigaciones han destacado diferencias de género significativas en la forma en que se manifiesta y se diagnostica el trastorno. Este artículo tiene como objetivo explorar las formas únicas en que los síntomas del TDAH pueden presentarse en niños y niñas y discutir las implicaciones de estas diferencias de género en el diagnóstico preciso y el tratamiento eficaz.

Diferencias de género en los síntomas del TDAH

Los síntomas del TDAH se clasifican ampliamente en dos dominios principales: falta de atención e hiperactividad/impulsividad. Sin embargo, los niños y las niñas suelen presentar estos síntomas de manera diferente, lo que dificulta identificar el trastorno en algunos casos.

Inatención

Niñas: Las niñas con TDAH pueden demostrar síntomas predominantemente de falta de atención. Estos síntomas pueden manifestarse como olvidos, dificultad para organizar tareas, problemas para prestar atención a los detalles y, a menudo, ser etiquetados como “soñadores despiertos” o “espaciales”. Las niñas pueden internalizar sus luchas, lo que genera problemas de autoestima y ansiedad. Pueden parecer tranquilos y reservados en el aula, lo que puede llevar a un subdiagnóstico.

Niños: los niños con TDAH tienen más probabilidades de presentar síntomas externalizados de falta de atención, como olvidos combinados con inquietud, inquietud e impulsividad. Pueden ser percibidos como “hiperactivos” y, a menudo, se les identifica antes debido a su comportamiento disruptivo en el aula.

Hiperactividad e impulsividad

Niñas: Las niñas con TDAH tienden a mostrar menos signos evidentes de hiperactividad e impulsividad que los niños. En cambio, su hiperactividad puede expresarse como inquietud o conversación excesiva. La impulsividad en las niñas puede ser más encubierta y manifestarse como pensamientos y toma de decisiones impulsivos en lugar de acciones impulsivas. Esta expresión de género de los síntomas puede contribuir a un subdiagnóstico, ya que estos comportamientos son menos perturbadores y más fáciles de pasar por alto.

Niños: los niños, por otro lado, tienen más probabilidades de exhibir conductas hiperactivas e impulsivas manifiestas. Se les puede ver en constante movimiento, soltando respuestas y teniendo dificultades para esperar su turno. Estos comportamientos suelen identificarse más fácilmente y pueden dar lugar a un diagnóstico e intervención más tempranos.

Diagnóstico e implicaciones

Las diferencias de género en la presentación del TDAH tienen profundas implicaciones para el diagnóstico y tratamiento del trastorno.

Infradiagnóstico en niñas

Las niñas con TDAH tienen un mayor riesgo de infradiagnóstico, principalmente debido a sus síntomas menos perturbadores. Los maestros y los padres pueden pasar por alto sus luchas y atribuirlas a desafíos de personalidad o temporales. Este subdiagnóstico puede tener consecuencias a largo plazo, ya que las niñas pierden la atención y el apoyo tempranos, lo que podría conducir a un bajo rendimiento académico, dificultades emocionales y una reducción de la autoestima.

Diagnóstico erróneo

Las diferencias en la presentación de los síntomas del TDAH entre niños y niñas también contribuyen al riesgo de diagnóstico erróneo. A las niñas se les puede diagnosticar erróneamente otras afecciones, como ansiedad o depresión, ya que sus síntomas internalizados pueden superponerse con estos trastornos. De manera similar, los niños que presentan síntomas predominantemente de falta de atención pueden ser diagnosticados erróneamente con otras afecciones, como problemas de aprendizaje. Estos diagnósticos erróneos pueden dar lugar a tratamientos ineficaces y retrasos en el acceso a intervenciones adecuadas.

Factores sociales y culturales

Las expectativas sociales y las normas culturales desempeñan un papel importante en la expresión de género de los síntomas del TDAH. A menudo se socializa a las niñas para que sean más dóciles y tranquilas, mientras que a los niños se les anima a ser activos y asertivos. Estos estereotipos pueden influir en la percepción de los síntomas por parte de profesores, padres y profesionales sanitarios. Reconocer estos sesgos es crucial para mejorar la precisión del diagnóstico.

Consecuencias a largo plazo

El TDAH retrasado o mal diagnosticado puede tener consecuencias a largo plazo para las personas. Los posibles resultados son el bajo rendimiento académico, la baja autoestima y el mayor riesgo de abuso de sustancias. Tanto las niñas como los niños pueden tener dificultades para mantener relaciones saludables y experimentar dificultades en su vida personal y profesional si su TDAH no se diagnostica o se maneja de manera inadecuada.

Implicaciones del tratamiento

Las diferencias de género en la presentación del TDAH también tienen implicaciones importantes para el tratamiento del trastorno.

Intervenciones a medida

Reconocer la presentación específica de género de los síntomas del TDAH es esencial para adaptar las intervenciones. Los planes de tratamiento deben individualizarse para abordar los desafíos únicos que enfrenta cada paciente. Las niñas pueden beneficiarse de terapias que se centran en desarrollar la autoestima y abordar los síntomas internalizados, mientras que los niños pueden requerir más intervenciones conductuales para controlar los síntomas externalizados.

Enfoque multimodal

A menudo se recomienda un enfoque de tratamiento multimodal que incluya terapias conductuales, apoyo educativo y, cuando sea necesario, medicación para controlar el TDAH. Este enfoque debe tener en cuenta las diferencias relacionadas con el género en la expresión de los síntomas para garantizar un plan de tratamiento integral y eficaz.

Educar a cuidadores y educadores

Educar a los cuidadores y educadores sobre las diferencias de género en los síntomas del TDAH es crucial para la identificación e intervención tempranas. Al crear conciencia, los maestros y los padres pueden reconocer mejor los signos del TDAH tanto en niños como en niñas, lo que lleva a un diagnóstico más preciso y a un apoyo oportuno.

Abordar el estigma

El estigma que rodea al TDAH puede impedir que las personas busquen ayuda, especialmente en el caso de las niñas, que pueden sentirse avergonzadas de sus síntomas o temer ser juzgadas. Romper este estigma y promover la comprensión es esencial para garantizar que las personas de todos los géneros reciban la ayuda que necesitan.

Pensamientos finales

El TDAH es un trastorno complejo del neurodesarrollo que no discrimina por género. Sin embargo, se manifiesta de manera diferente en niños y niñas, lo que hace que el diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado sean una tarea más desafiante. Reconocer estas diferencias de género es vital para una intervención temprana, ya que el TDAH no tratado o mal diagnosticado puede tener consecuencias duraderas en el bienestar académico, social y emocional de un individuo.

Para abordar los desafíos específicos de género asociados con el TDAH, se requiere un enfoque integral. Esto incluye educar a los cuidadores, educadores y profesionales de la salud, promover la concientización y adaptar los planes de tratamiento para satisfacer las necesidades únicas de cada individuo, independientemente de su género. Al hacerlo, podemos garantizar que todas las personas con TDAH tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial y llevar una vida plena.